EMPRESAS DE EXITO

RESPUESTA AL CLIENTE, CLAVE TOTAL DE ÉXITO

“Respuesta al cliente” es la razón de existir de toda empresa, ya que sin clientes, simplemente no hay empresa. Cuentas por pagar, cuentas por cobrar, retrasos, retrabajos, rotación de personal, falta de materiales, devoluciones, fallas, conflictos interpersonales, incidentes, accidentes, errores en facturación, problemas con proveedores, requerimientos de Hacienda… son las contrariedades más comunes y recurrentes que enfrentan diariamente todas las empresa, de todos tamaños y giros, a las que hay que agregar, las quejas, reclamos e inconformidades de los clientes. “Respuesta al cliente” significa atenderlo con excelencia en tiempo y forma. Excelencia significa sin ninguna falla. Lo que más debe interesar a la empresa es la satisfacción total del cliente, nada más. Lo más importante en una organización es el cliente, ya que son ellos los que la mantienen viva, vigorosa y sana. Una empresa que tiene clientes totalmente satisfechos, significa que tiene trabajadores totalmente satisfechos también, y que no tiene problemas de ningún tipo, salvo los que están fuera de su control. Muchas empresas creen que los clientes son quejumbrosos y latosos, si así lo creen es porque no les están dando la atención de excelencia ni los productos o servicios que realmente necesitan o que les prometieron. Si hay clientes malos, porque son groseros o no pagan, entonces estos no deben ser sus clientes. Es por ello vital saber quiénes pueden ser clientes de la empresa, y si no hay suficientes como para mantener vivo el negocio, lamentablemente es necesario cerrar. Muchas otras tantas empresas terminan dando mal servicio o causando problemas a los clientes porque no han entendido que el cliente es lo más importante y nos las utilidades o ganancias, ni el abaratamiento de costos de producción injustificadamente, ni ofrecer mercancías de baja y dudosa calidad. Hay empresarios que sólo quieren ganar dinero a como dé lugar, sin importarles el daño que pueden causar a sus clientes como consumidores o usuarios de productos y servicios, ya sea un camión urbano, taxi, sala de cine, restaurantes que invaden banquetas y calles, agencias de autos, escuelas, tiendas de autoservicio, hospitales, consultorios médicos, hoteles, gasolineras, veterinarias, gimnasios, y hasta las dependencias públicas. Ninguna empresa, pública o privada, tiene el derecho de hacer pasar un mal rato a sus clientes. Siempre deben tener una respuesta atenta y a tiempo a sus peticiones. Cuando un empresario o un funcionario público no pone en primer lugar al cliente, los problemas de todo tipo serán el pan de cada día, mermando el estado de ánimo del personal, lo que no les permitirá tener ganas de trabajar ni de atender clientes quejosos o no. No olvidemos que sin clientes no hay empresa, sin empresa no hay trabajos, sin trabajos no hay dinero y sin dinero no hay sobrevivencia. No debería haber pretextos para no atender bien a un cliente. No debería haber excusas para no hacer bien su trabajo. No debería haber absolutamente ningún problema en la empresa para no atender con excelencia a todos sus clientes y prospectos. La respuesta al cliente siempre debe ser amable, lo más rápido posible y sin ningún error.