Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Vivimos en un mundo donde existen la alegría y la tristeza, el placer y el dolor, la vida y la muerte, la juventud y la ancianidad, el ánimo y la depresión, la bondad y la maldad, entre otras tantas, que debemos aprender a controlar y aceptar. La vida está compuesta de contrastes que lo mismo nos hace pasar momentos maravillosamente agradables y otros cruelmente esagradables. La vida, finalmente, es como caminar sobre pétalos y brazas, durante nuestro existir. Ciertamente, todos buscamos vivir en paz, felices y en armonía con los demás, pero siempre habrá algo que no nos permita lograrlo con plenitud, y ese algo es el que debemos aprender a evitar y a aceptar cuando se presente. Debemos aprender a caminar sobre pétalos y brazas, porque esa es la ley de la vida.Desde que el ser humano existe sabemos que ha buscado la paz, la armonía y la felicidad; ¿y, por qué?, porque existen cosas que se lo impiden, comenzando por el mismo ser humano y su envidia, egoísmo y ambición de predominar. El interior del ser humano puede crear las cosas más bellas, sublimes y maravillosas, pero también las más despiadadas, crueles, violentas y destructivas; peor aún que la naturaleza en su forma de fenómenos naturales como un huracán o un terremoto. Y es que el ser humano fue concebido con ambas conductas, el bien y el mal, de forma potencial, lo que significa que puede optar por cualquiera de las dos. Es por ello que las sociedades de todos los tiempos han escrito códigos de ética, reglas, constituciones, leyes, normas, etc., para contrarrestar la parte mala o negativa que cada individuo traemos en nuestro interior y que es trastocada por influencia de la propia personalidad con la que nacimos, o de quienes nos han criado o se cruzan por nuestro camino. Hay personas que son inmensamente felices durante buena parte de su vida, caminando sobre pétalos debido a un buen y fino comportamiento, haber nacido de buenos padres, conformar una familia armoniosa, vivir en una bonita colonia, no tener problemas económicos, convivir con buenos amigos y vecinos, y a la escases de infortunios que les hagan padecer dolor y llorar; pero de pronto sobreviene un accidente donde muere la madre, el padre o un hijo, y entonces la vida da un giro repentino haciendo que el dolor aparezca y con él la depresión o el desamparo, que pareciera que nos hace caminar sobre brazas que nos queman las plantas de los pies y que nos impiden avanzar. Más si hemos practicado una vida amorosa y nos hemos conducido con ética y nuestros valores están por encima de todo, nos permitirá aceptar el hecho desafortunado con entereza y madurez, para que muy pronto estemos de vuelta sobre el camino de pétalos. Cada quien es responsable de las brazas o los pétalos que hay en su camino. Es un hecho que la lumbre existe, lo mismo que las flores. Si sabemos que los pétalos son suaves, ¿por qué no optar por ellos en nuestro diario andar? ¿Por qué llenar de brazas nuestro camino al desobedecer, maldecir, corromper, malcriar, agredir, mentir, mal portarse, robar, mal gobernar, desatender, odiar, infringir leyes, incumplir reglas, molestar, dañar, golpear, herir, matar, traicionar, engañar, y optar por hacer cosas que de antemano sabemos que nos acarrearán problemas, dolor, tristeza, amargura, y sufrimiento? El camino de la vida está cubierto de pétalos suaves y perfumados, pero habrá tantas brazas como tú las permitas.