Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
El rol que juega un director de empresa es muy importante y delicado, ya que sus decisiones determinan en gran medida el éxito o fracaso de la organización que dirige. Todas y cada una de las decisiones que toma beneficiarán o perjudicarán algo en la operación diaria. Ser director es un gran privilegio, pero más que eso es una enorme responsabilidad que debe demostrar cada día, minuto a minuto, y que no cualquiera puede asumirla; pero, a pesar de ello, las empresas navegan en mares de incertidumbre porque la mayoría de sus directores son los mismos dueños que están ahí porque son la máxima autoridad, aún sin conocimientos ni estudios previos, tan sólo contando con su instinto y buen olfato para hacer negocios, conocimientos técnicos necesarios en el ramo, un gran entusiasmo por lo que hacen y una actitud emprendedora y positiva que es la que los ha colocado en el mundo de los negocios propios. Muchos directores muestran una extraordinaria buena voluntad de hacer bien las cosas, aunque muchas veces tomen decisiones prematuras e incorrectas que no les permiten tener el éxito que merecen o que deberían tener. La buena voluntad no es suficiente cuando existe una cantidad indefinida de variables que los acosan a cada instante, comenzando por los vaivenes del comportamiento del sector al que pertenecen, ya sea el restaurantero, hotelero, comercial, vivienda, etc., la situación económica, política y social de la ciudad, el estado, el país y del mundo en general que son factores que determinan el éxito de las empresas. Para empezar, la principal tarea de la dirección de una empresa industrial, por ejemplo, consiste en mantener el equilibrio entre su capacidad de producción y la promoción de sus ventas; y la de una comercial sería mantener el equilibrio entre sus existencias y las promociones de venta. En ambas se debe garantizar que tendrán producto para vender de acuerdo a lo promocionado y a lo demandado por sus clientes. No deben perder de vista que el objetivo es colocar el producto o servicio en las manos del cliente en la cantidad, calidad, precio, condiciones y momento en que lo requieren, y que por lo tanto deben brindar a la empresa todo lo que se necesite para lograrlo. Las otras tareas son las siguientes: 1. ORIENTAR OPORTUNA Y EFICAZMENTE. Como capitán de un barco debe mantener informado a todo su personal sobre el rumbo a seguir, los cómos, cuántos y cuándos, guiándolos y motivándolos, pregonando con el ejemplo. 2. PLANEAR ESTRATEGIAS. En todo momento, especialmente cuando hay que dar un golpe de timón, para re direccionar el rumbo. El director con su experiencia y atento a las circunstancias que pueden poner en riesgo su empresa, debe desarrollar las estrategias necesarias para no sucumbir. 3. ORGANIZAR LOS RECURSOS. Para sacar mejor provecho de cada uno de ellos, y conjuntamente se pueda lograr el éxito sin interferencias de ninguna índole que se pueda prever y evitar. 4. CONTROLAR Y REGULAR LOS PROCESOS. Como principal conocedor de todos los procedimientos, debe vigilar que todo marche de acuerdo a lo planeado, así como a las normas y estándares de calidad, y los objetivos futuros esperados. 5. DELEGAR. Debe asegurarse que todo el personal esté bien capacitado para que se pueda delegar en ellos todas las tareas que por especialidad les corresponde. 6. HACER EQUIPO CON SU JUNTA DIRECTIVA. Para entre todos conseguir el objetivo, cada quien haciendo lo que le corresponde. 7. ESTABLECER NEGOCIACIONES. Con clientes y proveedores clave, así como organismos públicos y empresariales de su sector. Ser director implica total entrega y concentración en toda tarea diaria, poseer excelente visión de futuro, así como un liderazgo audaz y sutil que motive a todos en la empresa a trabajar para la satisfacción total de sus clientes en un ambiente de armonía y buena voluntad.