Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
El factor rapidez, ha sido el sueño en el que más ha trabajado la humanidad de todas las épocas, por lo que hoy no es la excepción; y es que la gente siempre ha querido todo rápido, no sólo el ser atendido sin contratiempos en un consultorio médico, restaurante, tienda, oficina pública o banco, sino en hacerse de dinero rápidamente, para tener una mejor calidad de vida, o al menos salir de aprietos ante situaciones difíciles como comprar una casa o pagar una enfermedad costosa. ¿Si la humanidad siempre hemos estado en busca de la rapidez, por qué no hemos logrado aún el tener el dinero necesario y suficiente como para no tener que andar mortificados diariamente? Resulta incongruente que sabiendo la solución, nadie en el mundo, salvo naciones muy contadas, han hecho un modelo económico para que no haya pobres. Y es que en cualquier parte del mundo, todo se compra con dinero; ¿por qué entonces, no hacer algo para que haya dinero para todos, o para que todos tengan acceso a las cosas más imprescindibles, para que no haya pobreza o gente con carencias? Sin pensar en el comunismo ni en esas formas de gobernar populistas, en las que si bien nadie se muere de hambre, no tienen libertad para desarrollarse ni expresarse. Comento esto, porque más allá de los millennials, que en nuestro País se siguen distinguiendo por ser ricos, pobres o de clase media, porque no hay en México las oportunidades, ni los recursos, para que desarrollen sus talentos e ideales; todos buscamos desmedidamente tener más dinero, principalmente los más necesitados, porque el que no tiene dinero la pasa muy mal. Los millennials, según Forbes, son nativos digitales. Se caracterizan por dominar la tecnología como una prolongación de su propio cuerpo. Casi todas sus relaciones básicas cotidianas están intermediadas por una pantalla. Para ellos, realidad y virtualidad son dos caras de la misma moneda. On y off están integrados. Prefieren internet a la TV convencional. El 59 % ve películas por internet y el 46 % televisión, también a través de internet, un porcentaje sensiblemente más alto que en otros grupos de edad. Es una medición a nivel mundial, pero como les comentaba, en México los millennials se pierden entre la mediocridad y los sueldos bajos e injustos, es por ello que tienden a desarrollar su emprendimiento, para hacer sus propios negocios con el plus de la innovación, originalidad, disciplina empresarial, calidad en el trabajo, destacando una esmerada y respetuosa atención y servicio a clientes; pero sólo unos cuantos lo logran. Todos hoy queremos ganar más, y ya no se diga hacernos ricos, porque ya hemos experimentado en carne propia lo que es no tener dinero para comer, o para pagar una enfermedad. Y sí, también, porque queremos tener una mejor casa, pagar escuela a los hijos, hacer un viaje, comprar un auto, una tele nueva, ropa, calzado, ir al restaurante cada domingo, ahorrar para un retiro digno, etc., etc. Hoy como nunca se siente la verdadera necesidad del dinero, porque hay muchas cosas buenas que sólo se compran con dinero. Es por ello, que trabajadores, de todos los niveles, no hacen mucha permanencia en los empleos, porque simplemente el dinero que les pagan no les alcanza. Conozco patrones que hacen lo imposible por tener bien pagados a sus empleados, les dan todas las prestaciones y magnífico trato, pero aún así, lo que no alcanza es el dinero. Por eso, la rotación, el abandono de trabajo, la baja productividad, la falta de lealtad a la empresa; lo peor, la desintegración familiar, la delincuencia, y la corrupción. ¿Qué hacer? Ser lo más correctos en todo. Educar a los hijos con excelencia. Ser buenos ciudadanos. Estudiar y prepararse siempre. Ser los mejores trabajadores. Ser políticos honrados, serviciales, humildes, cumpliendo con sus responsabilidades brindando cuentas claras y resultados de excelencia.