EMPRESAS DE EXITO

REDES DE APARIENCIAS Y AGRAVIOS… ¡QUÉ DESPERDICIO!

Las redes sociales a través de Internet se han convertido en un medio de comunicación imprescindible y vital, creándose una nueva forma de vivir, lo que ha motivado al sector empresarial a utilizarlas con fines comerciales. Hoy en día todo negocio debe tener al menos una cuenta de correo electrónico y una en Facebook, Twitter o YouTube, además de contar con un sitio web o blog; de no ser así, prácticamente está fuera de mercado. Los medios cibernéticos son de carácter obligatorio. Estos, no sólo nos colocan al alcance de todos en instantes, 24 horas al día y 365 días al año, sino que también nos brindan beneficios relacionados con la productividad, la eficiencia y la eficacia. Afortunadamente el objetivo de las redes sociales y páginas de Internet de las empresas cumplen con su objetivo de comunicar. Ya cada quien sabrá el grado de eficacia de acuerdo a la captación de clientes o seguidores según sea el interés. Lo que está dejando mucho que desear, es lo concerniente a la comunicación de gentes que se dedican a atacar, insultar, ofender y denostar a quienes emiten un comentario, queja, denuncia u opinión, sin el más mínimo escrúpulo, vergüenza, educación ni respeto, motivando que las personas dejen de emitir mensajes de verdadero interés, principalmente para las autoridades encargadas del orden, o de lo que sea. Es una pena que en México reluzca más la parte vulgar y ofensiva, en lugar de la inteligente, solidaria y de apoyo mutuo para resolver problemas en pos de una mejor sociedad. Las redes sociales son vistas como redes de mentiras y escarnio que dejan al descubierto una sociedad sumergida en el miedo, porque muchos de los mensajes ofensivos vienen de cuentas anónimas donde el emisor no da sus verdaderos datos, mostrando con ello temor y la cobardía, y desconfianza hacia todos, y hacia sí mismo. Los que sí se animan a mostrar su verdadera identidad y agreden con sus comentarios absurdos, exhiben al mexicano ignorante y hasta cruel, porque no miden palabras ni consecuencias. No saben lo mal que hacen sentir a las personas que han manifestado una inconformidad o hecho la denuncia de un caso grave. A veces leo comentarios o respuestas tan desagradables que mandan a cuentas de Facebook, por ejemplo, que uno no deja de pensar en el tiempo que se pierde de la manera más tonta, porque lo que dicen no abona en nada a la solución de un problema, causando enojo, indignación y encono, provocando descontento en una sociedad que debe estar unida. Vivimos en un País con libertad de expresión, pero no debemos abusar de ella, porque lo que es bueno y se mal utiliza termina por causar tragedias. Lo que tenemos que hacer es aprender a convivir en armonía aceptando a los demás cómo son, respetando leyes y reglas que son comunes a todos. Una sociedad no puede vivir sin medidas que nos señalen lo que está bien y lo que está mal, y que están ahí con el único fin de conducirnos a una vida pacífica y feliz. Hagamos buen uso de las redes sociales y todo en Internet. Aprovechemos de manera propositiva este maravilloso invento. Seamos responsables al emitir comentarios, siendo educados y respetuosos, pero sobre todo solidarios. Hago un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno que respondan a todas las quejas y denuncias que la ciudadanía les hacemos a través de redes sociales e Internet, porque es su responsabilidad responder, solucionar, y servir; y para que se construya un círculo de confianza que tanto nos hace falta y que es lo único que nos puede llevar al progreso y a la paz que tanto anhelamos.