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Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana

EMPRESAS DE EXITO

CALIDAD INCONSTANTE GENERA ÉXITO INESTABLE

Con calidad inconstante me refiero a esa práctica que se acostumbra mucho en México de hacer cosas extraordinariamente bien y de una alta calidad sólo cuando está de por medio algún riesgo, como cuando se está a punto de perder un cliente, o viene el dueño de la empresa, o se recibirán visitas, y hasta cuando se anuncia la visita de una personalidad importante como el presidente de la República; pero después se continúa haciendo el trabajo con notoria ineficiencia, carencia de entusiasmo, fallas constantes, etc. Esta reflexión resulta después de haber visto en un noticiero de televisión una nota sobre el desfile, en la Ciudad de México, por el Día de la Independencia de nuestro País. Observé un despliegue de personas marchando con impresionante perfección y disciplina, y me preguntaba por qué sólo durante ese evento todos actúan con excelencia y no en todo momento durante su vida diaria, y más los militares y policías que se dedican a velar por la seguridad de la ciudadanía. La realidad es que todos somos practicantes de la calidad inconstante por diversas razones, lo que no permite que tengamos un desarrollo parejo y progresivo en la sociedad mexicana. Eso me hace pensar en la forma que actúa mucha gente cuando hace las cosas excelentes y con calidad, pero sólo por quedar bien, o cuando ya de plano están a punto de perder el empleo o un cliente, o para pedir un aumento de sueldo, o por cualquier otra razón que muestra un interés en particular de por medio. Aunque, a decir verdad, en sus labores diarias hacen bien su trabajo, pero con evidentes fallas o retrabajos, llegando tarde o faltando, renegando o generando conflictos, o con improductividades e ineficiencias. Hay empresas que dependiendo del cliente, y de la paga, hacen el trabajo, luciéndose o evidenciado poca cantidad y baja calidad. Un presupuesto acotado no debe ser sinónimo de baja calidad. El trabajo, el que sea, debe realizarse con excelencia y brillantez todos los días a toda hora, así sea la limpieza de un baño o la construcción de una casa. Es muy común que cuando se trata de quedar bien, ya sea porque el clientes es un familiar, un personaje muy importante, o alguien con el que se tiene un gran compromiso, se haga un sobre esfuerzo para que todo quede excelente. Si siempre hiciéramos las cosas con excelencia, haciendo nuestro mejor esfuerzo, nunca tendríamos que preocuparnos por quedar bien. La triste realidad es que se hacen las cosas de forma excelente sólo para impresionar a alguien, para luego volver a ser el mediocre e ineficiente de siempre; esto último es lo que tarde o temprano se descubrirá afectando a la persona o a la empresa, Aparentar lo que no se es, es el más grande riesgo que cualquier persona o empresa debería evitar.