Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
¿Qué no nos permite progresar y salir adelante, cuando más lo necesitamos? Respuestas hay muchas. Sólo uno mismo sabe qué es lo que no nos lo permite. Siendo así, el primer paso que debemos dar es contestarnos con suma franqueza qué es lo que nos ancla y que nos impide hacer lo necesario para salir adelante. Todos queremos progresar y tener una mejor vida, pero no lo logramos, porque vivimos inmersos en una cultura donde el pesimismo, desobediencia, indisciplina, comodidad, conformismo y el no creer que somos seres triunfadores, son el pan nuestro de cada día. A eso hay que sumarle que en los hogares los padres o tutores no cuentan con el dinero para dar educación técnica o profesional a los hijos; y las escuelas, en su inmensa mayoría, no tienen maestros que además de enseñar su materia enseñen a triunfar, porque ni los padres ni los maestros son triunfadores. Desgraciadamente vivimos en un País, donde lo que más se enseña es cómo triunfar pero sin trabajar, haciendo trampa o haciendo el mínimo esfuerzo. Y si no nos enseñan eso, de alguna manera lo aprendemos, porque los modelos de triunfadores no los tenemos como mayoría, y los pocos que tenemos, casi siempre, salieron de la pobreza y de las injusticias con mucho esfuerzo y trabajo, pero hasta ahí llegan, porque se consideran casos únicos y escasos. Qué pena que vivamos en un País donde no se pueda triunfar, no sólo porque no sea fácil por motivos económicos, sino porque las instituciones publicas y gobiernos hacen más difícil cualquier gestión para obtener un recurso o sacar un permiso. De hecho hoy día, la corrupción, como antivalor degradante, está tan anclada en la vida cotidiana de todos, que no hay manera de desarraigarla, y si bien ayuda a salir rápido de un aprieto legal, es más el daño que ocasiona, ya que son sólo unos cuantos lo que se “benefician” afectando negativamente a la mayoría de la ciudadanía. ¿Qué te ancla? ¿Qué no te permite moverte, avanzar, dar el primer paso? ¿Es la falta de estudios? Inscríbete hoy mismo en una escuela. ¿Son tus papás o algún familiar? Habla con ellos y diles que eres un ser con capacidad de triunfar y que estás en tu derecho de hacerlo, sin dejar de atenderlos, ni de quererlos, y que también es por el bien de ellos. ¿Es alguna discapacidad? Acude a una institución, inscríbete, y aprende lo que más te guste y seas capaz de hacer bien. Si nadie te contrata, gestiona un recurso del gobierno y abre tu propio negocio. Pero, si lo que te ancla es la pereza, la holgazanería, la desidia, la envidia, el egoísmo, el rencor, el resentimiento, el odio, o algún vicio, te recomiendo que los dejes, si es necesario acude con un especialista, porque estas son las causas por las que se fracasa en la vida. Si es el miedo, la inseguridad, o la timidez, lo que te ancla, sólo basta con dar el primer paso para tomar confianza, y de ahí en adelante, nada de impedirá progresar constantemente. Lo más seguro es que tú mismo seas el ancla que no te permite avanzar, de modo que sólo tú eres el responsable de zafarla de donde haya quedado atrapada. Te recuerdo que el dinero no es sinónimo de triunfo, si bien es necesario y no cuentas con él, lo recomendable es ahorrar, no despilfarrar lo que se gana, y saber administrarlo eficazmente. Cuando el dinero no se da en abundancia, nuestra vida debe ser austera y se debe ahorrar más. Aun teniendo mucho dinero, se recomienda lo mismo, porque los altibajos de la economía se presentan cada vez con mayor frecuencia.