Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Ciudades como Mazatlán, y como otras del estado de Sinaloa y del País en general, crecen de manera irregular y desproporcionada, porque la mayoría de los empresarios, dueños de negocios chicos, medianos y grandes, suelen no reinvertir sus ganancias para desarrollarlos, hacerles mejoras en infraestructura o generar innovaciones en productos y servicios y en sistemas de trabajo, provocando su prematura bancarrota o inestable sobrevivencia. Hay empresarios que por ignorancia, falta de experiencia, y hasta por tacañería y mezquindad, no invierten; y si lo hacen, compran mercancías o materiales del más bajo precio y mínima calidad, lo que hace que sus negocios luzcan corrientes y de poca seguridad y confianza, proyectando una mala imagen a los clientes, lo que no les permite tener el crecimiento deseado ni tener clientes de mayor capacidad de compra. Cuando una persona ha decidido tener su propia empresa, debe apostarle a tener la mejor, vendiendo cosas de primera calidad e igualmente dando un servicio de la más alta calidad y respeto al cliente. Debe invertir todos los años en el crecimiento de su empresa, capacitando a todo el personal y haciendo remodelaciones con materiales de calidad y que proyecten una imagen de orden, limpieza y excelencia. Si invierte en materiales y obras de remozamiento de calidad, le durarán más, gastando menos; pero, si gasta en cosas baratas y de menor calidad, le durarán poco, gastará más, y lo más probables es que no tenga dinero para remozar cada año o cuando se necesite. ¿Para que ser dueño de una empresa que proyecte lástima por las condiciones en que se encuentra su infraestructura y mobiliario? Si se va a tener una empresa hay que tenerla al cien, al igual que su personal, sistemas, y productos y servicios que venda. Visión es la capacidad de ver más allá, en tiempo, forma y espacio, y por encima de los demás. Significa ver con los ojos de la mente y de la imaginación en términos del resultado esperado. “La Visión es el sueño alcanzable a largo plazo, el futuro aspirado”. Hoy más que nunca, no tener visión es un acto de irresponsabilidad de todo empresario, pero también de trabajadores, familias, gobiernos, iglesias, y todo organismo, sociedad, o comunidad, ya que todos estamos sujetos a cambiar, mejorar y trascender, para vivir mejor debido a que la naturaleza humana así lo exige. Es muy fácil culpar a los demás de los fracasos y malos tiempos en los negocios o en el trabajo. Si su empresa pasa continuamente por dificultades, eche un vistazo a su alrededor, con ojo crítico y objetivo, y descubra si no es usted el culpable por no reinvertir en el desarrollo y actualización del mismo. Tener visión de futuro no es capacidad privilegiada de unos cuantos, todos la poseemos. La falta de sentido común, planeación, organización, disciplina y enfoque; arrogancia, despilfarro, inexperiencia, y pensar que siempre les sonreirá el éxito, son las principales causas que no permiten tener la visión que nos permita trabajar todos los días en el futuro que nos asegurará el éxito constante.