Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Todos tenemos problemas que resolver, todo el tiempo, independientemente si son positivos o negativos, la realidad es que diariamente estamos resolviendo problemas. Tener problemas, sin duda, es lo que más nos tortura en nuestra vida cotidiana, ya sea en la familia o en el trabajo. Los problemas son parte de la vida de un ser humano, por lo que debemos estar siempre preparados para enfrentarlos, y evitarlos a toda costa. Se dice que para que uno no se vuelva alcohólico, lo recomendable no es tomar con moderación, sino no tomar. Lo mismo para una jovencita que no desea embarazarse, lo recomendable no es el uso responsable y adecuado de métodos anticonceptivos, sino no tener relaciones sexuales. El primer paso para solucionar un problema es no provocarlo. Como seres pensantes debemos evitar ocasionar problemas, y más cuando ya sabemos cómo hacerlo. Si el problema proviene de una fuente ajena a uno, no se pudo haber prevenido, pero mientras esté en uno mismo el impedirlo, estamos asegurando librarnos de muchos dolores de cabeza. Cuando el problema ya se presentó lo que primero que debemos hacer es guardar la calma, y empezar a analizar la situación de inmediato, para saber cómo vamos a actuar, siempre buscando la mejor solución desde el principio. Busquemos ayuda en otras personas cuando no seamos capaces de encontrar la solución adecuada, más si se trata de una enfermedad o un problema emocional que son los más difíciles; pero cuando se trata de problemas que han surgido por causas atribuibles a una desobediencia o desacato, lo mejor es solucionarlos a través del cumplimiento puntual, aunque no nos guste o no estemos de acuerdo, como el horario de trabajo, el pago de impuestos, horarios de servicio de las tiendas, uso de maquinaria y equipo, etc., ya que prácticamente todo está regulado con la finalidad de que haya un orden, hasta dentro de nuestros hogares, uno mismo o la familia, se imponen reglas para evitar todo tipo de problemas. Sin embargo, hay ocasiones, que por más que uno se empeña en no tener problemas, ya se han buscado todas las opciones posibles pero nada nos da resultado, o ya hemos probado de todo sin éxito, quizá hemos buscado en todos lados menos dentro de uno mismo. Cuando un problema parece no tener solución es el momento de voltear hacía sí mismo, porque lo más seguro es que la solución sea uno mismo, en lo tocante a un cambio de actitud, de imagen, o es tiempo de aprender más, ya sea acudiendo a una escuela o a un curso de capacitación. Muchas veces la solución a nuestros problemas es uno mismo que necesita actualizarse, o simplemente darse tiempo de reflexionar y preguntarnos que estamos haciendo mal, o que no estamos haciendo, para salir de lo que tanto nos atormenta. Quizá la respuesta sea un cambio de trabajo, organizarse más en la vida diaria personal, o hablar con la persona que es la fuente del problema. Si la solución es uno mismo, seguro el problema se podrá resolver de inmediato.