Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Debemos aceptar que trabajar es bueno, y no solamente porque ganaremos el dinero necesario para la manutención personal o de una familia, sino porque el trabajo es la mejor forma de expresar nuestra vocación y servir dignamente a los demás, es decir, trabajar nos hace personas útiles, responsables y comprometidas. Trabajar también nos permite contribuir en el desarrollo sano y sustentable de una comunidad, una sociedad y de un País en general. Lo primero que debemos evitar camino al trabajo es sentir rechazo, antipatía, y cualquier manifestación de negatividad porque se tiene que trabajar. Si el trabajo es algo que sabemos hacer y somos capaces de hacerlo bien, no hay razón para renegar de él. Al dirigirnos hacia nuestra trabajo debemos hacerlo con entusiasmo, energía, con actitud cien por ciento positiva, y con la seguridad de que tendremos un gran día en todos sentidos. Si tenemos una actitud negativa significa que algo anda mal, ya sea en lo personal o estamos en el trabajo equivocado. Si no nos pagan lo justo, el patrón es un pedante, los compañeros son un dolor de cabeza, los clientes son muy enfadosos, nos cansamos sin razón aparente, sentimos deseos de que el tiempo pase rápido, soñamos despiertos con una vida sin necesidad de trabajar, y la jornada laboral completa es un tormento, estaremos predispuestos a cometer errores y a buscar toda clase de pretextos para justificarlos en perjuicio de la empresa. Si queremos empezar la jornada laboral con entusiasmo es imprescindible llegar a tiempo. El llegar tarde es un factor detonante para empezare el día con estrés o de mal humos si se nos ha llamado la atención por ello, y más si se nos ha aplicado una sanción. Llegar tarde no nos permitirá arrancar con la energía mágica y necesaria para pasar un día positivamente productivo. Al iniciar labores debemos respetar la agenda del día o las órdenes de trabajo que se nos han asignado. Hacerlo todo tal cual, sin brincarnos cosas, respetando todos los pasos del proceso, o realizando todas las actividades programadas en tiempo y forma. Para lograr todo esto con éxito es importante no distraerse con cosas innecesarias como platicar con los compañeros, desconcentrarse no estando en el aquí y ahora, estar checando mensajes personales en el celular, y hacer cosas ajenas al trabajo. Si queremos tener un día productivo tenemos que ir al trabajo a trabajar, no a socializar de manera que nos perjudique, ni a chatear en las redes sociales con amigos o personas ajenas a la empresa, ni a compadecerse por no tener un mejor empleo.