Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Resulta dolorosamente increíble que a pesar de que el avance de la civilización nos provee de mejores maneras de vivir, los seres humanos se empeñen en continuar por senderos dificultosos que no les permiten disfrutar realmente del progreso y de todo lo que el mundo moderno ofrece. Con esto me refiero a que hoy en día todo está escrito en cuanto a comportamiento y conducta humana para llevar una vida en paz y exitosa, en todos los sentidos, aún en los planos de las enfermedades incurables y la inevitable muerte. Hoy existen formas de prepararnos para todo, hasta para bien morir, o bien vivir con una enfermedad perniciosa. Siendo seres dotados de inteligencia, incomprensiblemente, preferimos echar a la basura toda oportunidad de ser individuos rectos y correctos, y el ser obedecedores, al menos, de las reglas de sentido común. El ser humano es complicado por naturaleza, porque nace totalmente ignorante, desprovisto y dependiente, de modo que su desarrollo está sujeto a las personas que lo traen a la vida, y a la situación que los rodea desde su nacimiento. Afortunadamente, el ser humano es capaz de aprender por sí solo después haber recibido las primeras instrucciones de vida. Su naturaleza inteligente le permite saber lo que es bueno y lo que es malo, y le hace diferenciarlos por su propio bien y de quienes lo rodean, incluyendo la naturaleza y todos sus ecosistemas. El ser humano tiene la capacidad de decidir hacer el bien, de seleccionar su propio destino, y de ser la mejor persona posible. ¿Pero, qué es lo que no le permite alcanzar el éxito, y encumbrar sus más preciados sueños y deseos? Respuestas, sólo hay una: sus flaquezas. Las principales flaquezas del ser humano están relacionadas con la pereza y el soñar con tener mucho dinero y una vida fácil y desenfadada, prácticamente sin hacer nada. Al no tener esto, hace acto de presencia de manera muy severa la frustración, y más si va acompañada de depresión, desgano y poco gusto por la vida. El sólo saber que para triunfar se necesita de esfuerzo, voluntad, disciplina, sacrificios, estudios, conocimientos y dinero, angustia a cualquiera al grado de desanimarse y optar irse por un camino equivocado como delinquir, o tomar la vereda de la mediocridad y el conformismo. Otras flaquezas como la falta de voluntad para emprender y tomar decisiones que nos permitirán tener una vida exitosa, como ir a la escuela, inscribirse en un curso, o estudiar una carrera profesional, o emplearse en una empresa para desarrollarse al mismo tiempo que sirve, son cosas que por no hacerse alejan toda posibilidad de triunfo. Sacudamos la pereza y desidia, complejos y malos hábitos de nuestro comportamiento diario, para ponernos al servicio del verdadero éxito y de la vida con la que tanto soñamos. Empecemos ya.