Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Las nuevas tecnologías, de cualquier género, sin duda sirven para tener una vida más fácil y llevadera, pero no necesariamente para ser más productivos, ya que dependerá de cómo las usemos en la vida diaria, y en el trabajo. La tecnología en materia de informática y computación electrónica ha permitido que las empresas ahorren miles de horas cuando se aplica a procesos industriales y administrativos, de ellos nadie podemos renegar, sino más bien, debemos estar más que agradecidos, ya que nos hacen más liviana la carga de trabajo. Con la computación nació la Internet, lo que vino a revolucionar de un vuelco, y de manera vertiginosa, la vida social del mundo, lo que ha ocasionado cosas muy buenas como tener información y comunicación de inmediato. Sin embargo, estas bondades, indiscutiblemente magníficas y extraordinarias, presentan un lado negativo que afecta de forma alarmante el trabajo, ya que el sinfín de aplicaciones que ya podemos traer en el teléfono celular, está provocando serios problemas de productividad en todos los puestos de trabajo. Las redes sociales y chats de amigos, como fecebook y WhatsApp, cuyas alertas llegan de inmediato, se han convertido en el principal enemigo de la productividad, no sólo en el trabajo, sino en la vida cotidiana, de cualquier individuo que las use. Resulta muy molesto, y es una falta de respeto, cuando un cliente está siendo atendido por un empleado que continuamente está atendiendo las alertas de sus redes sociales, y lo mismo sucede cuando el cliente lo hace, interrumpiendo la labor de atención del empleado. Los equipos móviles, que son computadoras de bolsillo, nacieron para quedarse, ya que sin suda son una herramienta útil y necesaria en el trabajo y en la vida social. En este pequeño aparato tenemos toda la información que necesitamos, ahora sí que a la mano; siempre y cuando estemos conectados a Internet y tengamos saldo. Cada vez que veo a un empleado atendiendo su chat en su celular en una tienda, supermercado, o cualquier tipo de negocio, me pregunto qué es lo que pasa por la mente de esa persona: ¿Está consciente de la importancia de su trabajo? ¿Sabe realmente la mala imagen que está proyectando? ¿Está consciente de los problemas que está ocasionando a los clientes, a él mismo y a otros compañeros? Chatear en el trabajo es como estar hablando por teléfono, esta simple acción, aparentemente inofensiva, es una distracción que lo coloca totalmente fuera de la situación de trabajo, es decir, cuando se chatea con un amigo, es como no estar dentro de la empresa, ya que se suspende toda labor mientras contesta o envía el mensaje. Aunque el trabajador sea muy rápido para mover sus dedos y se justifique diciendo que el chat es con un familiar, la distracción existe, y el peligro de cometer un error siempre estará presente, y lo peor, la pérdida de ese tiempo es irrecuperable, a pesar que se quede a trabajar más tarde. Lo recomendable es no usar el teléfono celular en horas de trabajo. Usarlo o checar alertas durante la hora de descanso, o a la salida; o, definitivamente prohibir el ingreso de los mismos a la empresa.