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Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana

EMPRESAS DE EXITO

EL VALOR DEL ENRIQUECIMIENTO PERSONAL

A menudo, durante los cursos de capacitación que imparto, me topo con personas que no desean estar ahí, ya que en la mayoría de los casos los jefes los obligan a asistir, aun en contra de su voluntad, argumentando que tienen mucho trabajo, o como es en horario fuera de labores, tienen otros compromisos, o simplemente están cansados y quieren irse a su casa o hacer otras cosas. Es obvio que mi labor como capacitador se torna un poco más ardua, para demostrar a estas personas que ha valido la pena asistir, aun en contra de su voluntad o bajo protesta; finalmente salen motivadas y convencidas, cosa que me entusiasma enormemente, y les doy las gracias a todos los asistentes por haberse dado la oportunidad de participar en algo que los ha enriquecido en lo personal y laboral. En nuestro País existe una gran apatía no sólo a asistir a cursos de capacitación o conferencias, sino también a todo aquello relacionado con estudios, incluyendo lectura de libros, cuyo fin es el de enriquecernos en lo personal, laboral y profesional. La gente busca primero el enriquecimiento monetario y luego el personal. Todos nos la pasamos preocupados por ganar dinero, para los gastos del día, lo que nos permite irla pasando más o menos y nada más. La mayoría de los mexicanos no tienen la cultura del ahorro y la previsión, mucho menos la de planear el futuro, y por eso la pobreza no disminuye ni los problemas sociales como la inseguridad y la corrupción. El enriquecimiento personal significa sumar valor a lo que sabemos para tomar mejores decisiones, ser trabajadores más competentes y ciudadanos con mejor formación, lo que nos permitirá valer más y ganar más, ya sea como empleados o como empresarios. El enriquecimiento personal es una responsabilidad propia que va más allá de la familia en la que nacimos y de las condiciones sociales en las que nos encontremos, porque siendo seres dotados de inteligencia somos capaces de optar por aprender y sumar conocimientos que nos permitan ser personas de bien. Imaginemos que somos una caja fuerte en la que vamos a depositar todo aquello que tiene un gran valor para uno, como para guardarlo; pero en este caso, eso que se guarda es para ponerlo en práctica. Así, podemos guardar todos los conocimientos relacionados con los valores humanos, las reglas de urbanidad y buenas costumbres, los procedimientos para hacer bien nuestro trabajo, y las herramientas o técnicas que nos permitan tener inventiva o iniciativa para proponer nuevas formas de laborar o de vivir. Es necesario dejar de pasar los días sin aportar nada enriquecedor a uno mismo. Veamos en cada cosa que nos sucede un aprendizaje, quizá de ahí surja una idea para mejorar. Si es necesario inscribirse en una carrera técnica o profesional, leer un libro o asistir a un curso de capacitación, hay que hacerlo con el ánimo y la garantía de que nos enriquecerá, para tener una mejor calidad de vida en lo personal, familiar, laboral, como ciudadanos y como habitantes del planeta Tierra.