Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Hace algunos años vi un documental sobre el Holocausto Nazi, en el que se describía la atrocidad con la que mantenían cautivos a miles de personas, las cuales ante la impotencia de poder hacer algo por sus vidas se dejaban abandonar a su suerte, muriendo irremediablemente en el encierro, ya fuera por alguna enfermedad, inanición, locura, o suicidio; otros, como ya sabemos, los mataban en las cámaras de gases o los fusilaban. Ningún sentimiento de dolor puede compararse con el que produce la pérdida de la libertad, y más en condiciones injustas e inhumanas. El documental narra la historia de Viktor Frankl, uno de tantos sobrevivientes, que cuenta cómo es que fue capaz de mantener la entereza y la esperanza de salvarse ante lo prácticamente imposible. Su secreto estuvo en darle sentido a su vida, cosa que los demás perdían de inmediato. Su sentido de la vida era seguir vivo haciendo lo necesario para no pensar en morir, afirmando que incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual. Considero que en este pensamiento es en el que todos debemos enfocarnos para no desesperarnos cuando nos encontramos en situaciones difíciles y desesperantes: dar un sentido a nuestra vida, encontrando una razón para vivir. Esto nos recuerda que uno nace para vivir una vida, sin saber qué nos depara la misma, y que esa vida está ligada a millones de vidas más, las de los demás seres vivos en este planeta. El sentido de vivir es hacerlo lo mejor posible a pesar de todo tipo de obstáculos y dificultades. Todos queremos vivir una vida felices, sin carencias y sin problemas, y nos esforzamos todos los días para lograrlo. Lo mismo debemos hacer con el trabajo, darle un sentido válido, espiritual, inteligente, digno, útil, práctico, entusiasta, fructífero, y productivo; aunque regularmente la mayoría le da el sentido de la desdicha de tener que hacerlo porque no hay de otra. Al trabajo hay que darle un sentido de agradecimiento, servicio, superación y responsabilidad, porque es inminentemente necesario, ya que a través de él ganamos el dinero para vivir, somos útiles a los demás y nos desarrollamos como seres humanos responsables y respetuosos. El trabajo no debe verse como una carga o un mal necesario, porque lo haremos sin ganas y a la fuerza, ocasionando conflictos interpersonales, fallas y un sin fin de problemas, lo que nos hará sentir mal y nunca nos permitirá ver las bondades que todo empleo posee. Cada uno debemos dar un sentido a nuestra actividad de trabajo, ya sea la de un empleado de taller u oficina o la de un profesionista. El trabajo debe verse como una actividad seria y formal que se pone al servicio de los demás y que nos permite vivir con dignidad. Dar un sentido noble al trabajo significa que sabemos lo que realmente queremos lograr en la vida, y dejar de pensar que el trabajo sólo sirve para ganar dinero.