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Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana

EMPRESAS DE EXITO

NO SOY YO, SON LAS REGLAS

Un País de le leyes garantiza la prosperidad y el éxito constante. Una empresa en la que se respetan reglas, normas y procedimientos, será una empresa progresista y sin dificultades. Desgraciadamente, la mayoría de la gente no obedece reglas o infringe la ley, principalmente por ignorancia, comodidad, o desacuerdo. Si todos cumpliéramos con las leyes en el País no habría delitos qué perseguir. Las cárceles estuvieran casi vacías, y todos viviríamos mejor, en un ambiente agradable, en paz y armonioso. No padeceríamos de tantos problemas sociales y económicos, y resistiríamos de manera más amable las crisis económicas y embates de la naturaleza. Lo mismo ocurriría en las empresas. Los problemas por fallas y errores serían, prácticamente cero. Todos ganarían lo justo y suficiente para tener una calidad de vida digna. El problema de la desobediencia y el incumplimiento se da porque quienes son los responsables de respetar y aplicar la ley no lo hacen, ya sea por corrupción directa o por hacer favores a amistades, familiares y conocidos; pero también por no quedar mal con alguien, o por temor. Lo mismo pasa en las empresas, cuando por conveniencia o favoritismos no se aplican castigos y se pasan por alto faltas al reglamento interior de trabajo en perjuicio del ambiente laboral, ya que los trabajadores se dan cuenta creando desconfianza, rechazo y conflictos. Las leyes y reglas se hacen para tener un mejor control de las cosas, y todos debemos de respetarlas y obedecerlas. En caso de desacuerdo existen los canales adecuados para implementar actualizaciones, cambios y mejoras, sólo que muchas veces no se hace por temor, desconocimiento, y porque los encargados de hacer los cambios también tienen sus fallas o intereses personales. Quienes están encargados de hacer cumplir leyes o reglas, no deben sentir temor, ya que se les ha dado ese honor, y deben actuar con toda honestidad y transparencia, siempre pensando en que están haciendo un bien a la persona, empresa y sociedad. Cuando se tenga una duda o temor, es propio decir, “No soy, son las leyes o las reglas”. Sé que cuando se trata de un amigo o familiar, es más difícil; pero, también los infractores deben agradecer portándose bien y mejor cuando se les perdone y no se les aplique una multa o castigo. Debemos agradecer que existan leyes y reglas, porque es la mejor manera de convivir en una ciudad o empresa, así como defendernos en caso de una injusticia.