Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Entre las principales responsabilidades de un empresario, o trabajador, está la de innovar, ya que de no hacerlo perderá competitividad y podría ser desplazado fácil y rápidamente por quienes están innovando constantemente. Es increíble, pero totalmente real, ver cómo todos los días surge un nuevo invento que revoluciona gustos y costumbres, desplazando productos, marcas, hábitos y estilos de vida. Nadie tiene asegurado el éxito constante si no innova, si no hace los cambios necesarios que vayan acordes con la satisfacción de las necesidades de los consumidores y con las mejoras en los procesos de operación y servicio que permitan tener costos bajos y justos. ¡Cuidado! Los cambios son tan rápidos, que podría decirse, que lo que se vendía muy bien en la mañana por la tarde puede llevar a la bancarrota a una empresa, si no está preparada con nuevos productos y servicios. Es ya una obligación de todo empresario estar revisando diariamente qué es lo que está ocurriendo en su sector, con la finalidad de hacer los cambios pertinentes a tiempo. Nadie debemos menospreciar los avisos del cambio y la innovación, quien lo hace puede desaparecer o pasarla muy mal, como sucedió a la Kodak. Por más de 100 años, Kodak fue innovadora, se mantenía a la vanguardia en los procesos tecnológicos, pero en los últimos veinte años, no sólo se vio superada tecnológicamente por sus rivales, sino que también dejó de comprender a sus consumidores, apunta Camilo Matiz Bernal, analista del Caso Kodak. Sus principales tres objetivos estratégicos se afectaron con rapidez: la participación de mercado, las utilidades y el valor de marca. Suficiente para desahuciar a una empresa del tamaño que sea. Kodak no supo reinventarse y crecer. Llegó tarde a la era digital. La arrogancia de su superioridad y seguridad en el poder mundial con el que contaban, cegaron a sus dirigentes, confiados en que las nuevas tecnologías no tendrían el éxito de los rollos fotográficos, que habían perdurado por décadas. Nadie, nunca, debe sentirse el amo y señor de un producto y servicio si no se está dispuesto a innovar y transformarse. Kodak aún conserva el poder y la historia de su marca, las plantas de manufactura y las redes de distribución. Para salir adelante, tendrá que aprender a enfrentar la dura competencia y adaptarse a los cambios en las preferencias del consumidor, así como a las revoluciones tecnológicas que no tienen fin en los sistemas digitales, más lo que aparezca. Según Camilo Matiz Bernal, Kodak no supo cambiar a tiempo su modelo de negocios inspirado en el llamado 'modelo Gillette', según el cual una empresa vende barato el producto inicial y más caros los repuestos, que tienen un margen de rentabilidad más alto. Pero ojo, no sólo los inventos desplazan, también lo hacen las catástrofes, tragedias, fenómenos ambientales y de la naturaleza, mejoras de productividad, crisis económicas y sociales. Todo esto nos empuja a cambiar para subsistir. Hoy en día, todos los sectores productivos ocupan su tiempo en buscar cómo optimizar recursos para reducir costos, orillados por la crisis económica que se ha generalizado en todo el planeta lo que obliga a un gran cambio de paradigma en el renglón de las finanzas.