Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Recientemente estuve con un grupo de gerentes que toman un curso taller de Recursos Humanos con un servidor, y como parte de un ejercicio resultó algo que llamó mi atención sobremanera: todas las empresas que ellos representan tienen muchas vacantes presentes y futuras. El comentario generalizado fue “… y eso que no hay trabajo...” ¡Estupendo! Por el lado de que seguramente les va muy bien para tener esas vacantes. Pero, por el lado del desempleo, si nos da mucho para reflexionar. ¿Qué es lo que pasa en este México dónde la gente se queja que no hay trabajo, y en que los candidatos a diputados, gobernadores, etc., siempre toman como propuesta la de crear más empleos? Pasa, que los mexicanos quieren encontrar un empleo que se adapte a sus gustos y necesidades. Si partimos de la estadística que nos muestra que el promedio de años escolares cursados del promedio de los mexicanos es de 8.1, es decir, la mayoría sólo ha cursado seis años de primaria y dos de secundaria, tenemos la respuesta a por qué la gente quiere un trabajo a modo. La mayoría no tiene conocimientos especializados o profesionales como para valorar un trabajo. Nos quejamos que no hay trabajo, y no porque no lo haya, más bien lo que no hay es un empleo que guste. ¿Y, qué es lo regularmente gusta a la gente? Un puesto donde se pague bien, no tenga muchas responsabilidades, tenga un horario cómodo, y que las tareas no sean difíciles, y como no lo hay, se la pasan largas temporadas desempleados, causando muchos problemas familiares y sociales. En veinte años, el paradigma del mercado laboral ha sufrido una transformación que nadie ha visto, o querido ver, o querido estudiar. Yo considero que la forma de administrar los recursos humanos en las empresas es otro al día de hoy, y los empresarios deben adaptarse a las nuevas formas en que las personas ven el trabajo. Si bien siempre la gente ha trabajado por necesidad económica, hoy es el factor número uno para aceptar, y dejar, un empleo, es por ello que las empresas deben ser más productivas para pagar mejores sueldos, ya que éste es el que determina qué tantas ganas se le echa al trabajo, sobre todo quienes ganan muy poco, y es a los que regularmente se les exige más. Las crisis económicas del mundo son un reflejo de la falta de capacidad que tienen todos los países para manejar el binomio “dinero – satisfacción humana para vivir bien”. Los empresarios lo saben, como en México, pero prefieren acogerse a los esquemas de salarios mínimos, a sabiendas que sus trabajadores prácticamente viven en la miseria. Los gobiernos son responsables también de las disfuncionales economías, tanto por incapacidad de conocimientos como por la corrupción, que es el monstruo voraz e insaciable que domina a nuestro País sin piedad alguna. Es urgentemente necesario que todos nos preparemos con el propósito de acabar con ese monstruo, y de aceptar que el dinero es lo que rige el bienestar de las personas, tomándolo como lo que es: el medio para obtener bienes y servicios. Debemos poner todo en un punto, que permita al binomio “dinero – satisfacción humana para vivir bien”, tener el equilibrio perfecto a favor de una sociedad sana y progresista.