Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
La vida en la que nos ha tocado vivir está llena de misterios y de cosas inexplicables que más allá de atormentarnos nos muestra el cómo vivir en lo individual, grupal, y con el medio ambiente que nos rodea. Es muy común que la mayoría de los mortales nos la pasemos criticando a los demás o lamentándonos de las desdichas que el mundo no da todos los días a cada hora, a cada instante, al grado de sentirnos profundamente desprotegidos, vulnerables y resentidos por no poder ser o tener lo que creemos nos sacaría de pobres o tener una mejor vida. Toda esa desdicha que sentimos es porque hemos olvidado nuestros orígenes. Hemos olvidado que el ser humano es una especie animal más en este planeta, y que como tales deberíamos tener una vida sencilla y natural, es decir, vivir únicamente de lo que la naturaleza nos brinda, y obedecer a los instintos naturales que como seres humanos traemos desde el nacimiento. No quiero decir con esto que hay que volver a la época de las cavernas, pero sí tratar de llevar una vida natural y en perfecta convivencia con los demás de la especie y el entorno del que nos proveemos. ¿Por qué hay frustraciones en los seres humanos hoy en día, y desde hace muchos años? ¿Por qué hay guerras, peleas, conflictos? ¿Por qué hay envidia y egoísmo, odio y rencor, frustraciones y resentimientos? ¿Por qué hay violencia, inseguridad, delincuencia? ¿Por qué es tan difícil vivir en paz y en armonía? ¿Por qué es tan difícil vivir con felicidad plena y sustentable? ¿Por qué es tan difícil lograr el éxito y triunfar en esta vida? La respuesta es muy fácil y sencilla: porque no obedecemos las reglas de convivencia humana y natural, que no son necesarias escribir porque todos las traemos como parte del instinto en el sentido común que poseemos. Vivimos en un mundo con muchos problemas y desigualdad económica porque desobedecemos reglas, porque queremos hacer lo que nos conviene, y que muchas veces no es a favor de los demás sino sólo de uno mismo. Para ser felices y exitosos sólo tenemos que hacer las cosas bien, portarnos bien de acuerdo a las reglas. En la medida que todos obedezcamos esas reglas, que bien pueden ser las del trabajo, o las de la ciudad, del gobierno, y ya no se diga las que están expresadas en principios y valores, seremos capaces de tener un mundo mejor. Les aseguro que en cuanto todos respeten reglas, el mundo mejoraría en un noventa por ciento, porque todo lo que hoy nos hace sufrir y llevar una vida difícil es por la desobediencia, malos comportamientos, corruptelas, falta de estudios y educación, así como carecer del sentido de responsabilidad y superación, y de amor por los demás. Si todos ponemos de nuestra parte respetando absolutamente todo, veríamos la nobleza real del mundo y de la vida, que ahí está. La vida no es mala, malos son los que no quieren portarse bien, en cualquier grado y sentido. Cada vez que actuamos mal la vida se ve como mala, lo que nos hace percibir un mundo inhóspito y cruel.