Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
El ser humano, por naturaleza, es inquieto, no le gusta estar por mucho tiempo en el mismo lugar, la misma posición, o con las mismas cosas, y quizá tampoco con las mismas personas. Pero, la necesidad de sentirse seguro, protegido y querido, lo ha obligado a ceder y quedarse anclado en el mismo lugar, ya sea la casa, el trabajo, la colonia, o la ciudad y País; así como soportar horas de pie, o sentado, en el trabajo, o en el carro si es chofer. Lo mismo ha sucedido al tener que conformarse con tener las mismas cosas ante una muy limitada economía personal, y estar con las mismas personas, ya sean los compañeros de trabajo, los clientes, los proveedores, etc., porque son parte de su vida productiva; los amigos, porque su afinidad los une; los vecinos porque el destino los juntó; y la familia, porque el amor, o el parentesco, los mantiene unidos. Sabiéndose inquieto, el ser humano se impuso reglas, para aprender a vivir en sociedad, respetándose unos a otros para no herirse ni hacerse sufrir por esa inquietud de probar todo y de estar en todos lados. Pero, al parecer no lo ha logrado, ya que, a pesar de contar con reglas, se siguen teniendo fallas en la conducta humana, muchas provocadas por su indisciplina, su resistencia a obedecer lo que es bueno para él, y para todos. Se dice que el ser humano, ya como un individuo pensante y capaz de auto desarrollarse, aparece hace unos 400 mil años, de modo que es inaudito, cómo es que en tantísimos años no haya sido capaz de hacerse de una estructura disciplinaria que le permita vivir realmente en armonía, feliz, y sin problemas de toda índole. ¿Si 400 mil años no han bastado, qué se puede esperar, cuando vemos que las cosas empeoran diariamente en lo que corresponde a comportamiento humano? Quizá, y siendo optimista, nos encontremos a unos años de encontrar la fórmula que nos permita vivir felices y en paz. Por lo pronto, recomiendo que cada quien hagamos el esfuerzo por mantener una disciplina en todo, para sufrir lo menos posible, y tener el menor número de problemas. A continuación le proporciono algunas ideas. 1. Cambie su forma de pensar. Enfóquese en lo que sabe que es correcto y actúe como tal, aunque sea difícil, recuerde que todo cambio implica resistencias y dificultades al principio, después todo es más fácil. 2. Cambie su forma de comportarse de acuerdo a lo que es correcto y motívese. 3. Cambie su forma de hablar y de comunicarse. 4. Haga una lista de lo que desea cambiar porque sabe que está mal. 5. Haga un plan de acción en una agenda diaria, y cúmplalo rigorosamente. 6. Quite de su mente “el qué dirán” de los demás, sobre todo de esas personas que se burlan de usted o que piensan que está loco. 7. Piense que su nueva vida disciplinada sólo depende de usted, y de nadie más, por lo tanto ajuste todo a la nueva manera de vivir que desea, sin afectar a quienes dependen de usted, principalmente la familia. 8. Sea persistente, si algo falla vuelva a intentarlo o cambie la estrategia. 9. El mundo está lleno de tentaciones que tratarán desviarlo. No se deje. 10. Siempre que logre una meta agradézcaselo, capitalice la satisfacción del éxito y continúe por el nuevo camino.