EMPRESAS DE EXITO

LO QUE NO SE HIZO EN 50 AÑOS DIFÍCILMENTE SE HARÁ EN UNO

El tema de las ciudades en nuestro País es lamentable, en el sentido de urbanización, vialidades, movilidad, drenaje de aguas negras y pluviales, y otros relacionados con problemas como la pobreza, educación, salud, desigualdad, economía, inseguridad, corrupción, etc. Los problemas que hoy tenemos no son nuevos ni menores, y no se han resuelto porque las autoridades correspondientes no lo han querido ni podido hacer; porque los gobernantes llegan al poder, por eso, por el poder, y no para resolver, solucionar, y hacer lo que es su responsabilidad más allá de convertirse en seres a los que hay que rendirles pleitesía; y porque los puestos de servidor público se pelean, para no tener que darle cuentas más que a quien los ayudó a obtenerlo. No generalizo, porque hay gobernantes y servidores públicos son trabajadores, responsables y honestos; pero, la gran mayoría, porque si lo fueran seríamos una nación progresista y exitosa, sin pobres y sin tantos problemas económicos y de inseguridad. Me duele ver a Mazatlán tan vulnerable, a merced de personas que hacen y deshacen con sus calles, avenidas, playas, malecón, monumentos, parques, jardines, urbanización y toda área pública en aras de supuestos embellecimientos y mejoras que nunca han quedado bien ni han servido como se anuncian, porque siempre se entregan las obras incompletas, de mala calidad y con fallas. Mazatlán es un puerto cuya principal belleza son sus playas, sol, arena, mar, majestuosos atardeceres que pintan el cielo y las nubes de bellos colores que embelesen y nos permiten sentir emociones únicas, aves, fauna marina, vegetación propia, marismas, esteros, lagunas, arroyos, árboles de flores preciosas, todo regalado por la naturaleza, no nos cuesta ni un centavo. Todo esto es lo que debemos destacar y presumir, pero también cuidar, y es lo que menos se hace, porque confundimos la belleza de la naturaleza con un malecón multifuncional en el que quieren que convivan ciclistas, patinadores, corredores, paseantes, vendedores ambulantes, atletas, paseadores de mascotas, etc. Bienvenidos todos, pero si fuera de 500 metros de ancho. Todo quieren que quepa, incluyendo palmeras y monumentos, y a lo que hay que agregar por necesidad: bancas, botes de basura, señalamientos, paraderos, y otros accesorios urbanos. Todo en la punta de un alfiler, francamente no es posible, y menos en un año y a la carrera porque nuestro puerto ha sido honrado como sede del Tianguis Turístico, y no se quiere que los visitantes se enteren de lo mal que tenemos las calles y el malecón. Lo que no se hizo en cincuenta años no se logrará en uno, porque los mexicanos somos chapuceros y no hacemos las cosas bien a la primera, ni a la segunda, ni a la última, y menos en materia de obras públicas donde los proveedores entregan cosas mal hechas porque las autoridades no les revisan, y si hay desperfectos se hacen de la vista gorda; así nunca vamos a ser una ciudad digna de ser una sede para presumirse. El ejemplo más claro es lo que todos estamos padeciendo con el desorden en la remodelación de calles que tiene desquiciado al puerto sin que a la autoridad le importemos, porque el problema de obras simultaneas, los ha rebasado, y más ahora con el remanente de la Tormenta Tropical Jova que dejó el Centro Histórico exhibiendo al mundo lo que no deseábamos. Bastaron 30 minutos de lluvia con vientos huracanados, para poner al descubierto ineficiencias en lo que se quiere presumir durante el Tianguis. Mazatlán es una ciudad con infinidad de problemas en materia de urbanización que no se pueden esconder tras el embellecimiento de una mínima parte de sus calles y avenidas principales. Al turista le gusta ver lo que realmente somos, así sean calles de concreto o de tierra. Qué bueno que se están haciendo calles de piedra para emular el viejo Mazatlán, para dar una imagen agradable a los visitantes, pero todo debe hacerse conforme a las necesidades de la ciudadanía, con orden, con tiempo, con responsabilidad, sin perjudicar más allá de lo justamente inevitable, sin provocar molestias por desorganización. Los mazatlecos sabemos cómo atender y dar una buena imagen a los turistas. No necesitamos embellecer a marchas forzadas. Mejor debemos concientizarnos, acerca de lo que significa el Tianguis Turístico, ya que mucha gente no sabe lo que es, y enfocarnos en estrategias de logística y servicio, para atender a todos los visitantes como se merecen, y se lleven lo mejor de nuestra actitud como anfitriones alegres y serviciales.