EMPRESAS DE EXITO

EXCEDENTE DE PROMESAS Y BUENOS DESEOS, PERO DÉFICIT DE BUENOS RESULTAD

No podemos vivir sólo de buenos deseos ni de frases que nos emborrachen de ilusión, esperanza y expectativas irreales. Todos los días recibimos en nuestros celulares más de un mensaje en el que se nos desea lo mejor, cosa que me parece excelente, pero el éxito o el día bonito no llegará sólo con tener ese mensaje guardado en el celular, es necesario aplicarnos poniéndonos a trabajar para lograrlo. Lo mismo sucede con los gobernantes y políticos en campaña, que ofrecen más que las perlas de la virgen pero no vemos los resultados, aunque sean minúsculos. El problema de nuestro País radica en que tenemos una sobresaturación de buenos deseos, parabienes y bendiciones, y un enorme faltante de acciones que nos induzcan a lograrlos, lo que nos conlleva a tener un déficit monumental de resultados esperados. Esto no sólo en materia gubernamental, sino también en lo empresarial, social, familiar y personal. ¿Por qué prometer lo que no vamos a cumplir? ¿De qué sirve guardar las mejores frases sobre felicidad y éxito, si no las pondremos en práctica? Porque nos vence la apatía, la pereza y la desidia, así como la envidia, el egoísmo y el orgullo mal enfocado. Porque esperamos que la felicidad y el éxito lleguen por sí solos, y porque nos confiamos en que mañana tendremos un golpe de buena suerte que nos sacará de apuros. Es mejor tener un magnífico resultado de éxito que un centenar de buenos deseos y magistrales propósitos. Debemos trabajar por tener un superávit de excelentes resultados, pero para lograrlos es necesario hacer un alto en el camino, con el firme objetivo de hacer cuentas y modificar el rumbo que nos permita llevar la vida ordena y disciplinada que nos conduzca a obtener los resultados de éxito que esperamos. En la actualidad, las redes sociales juegan un papel muy importante en las relaciones y comunicación humanas de todo tipo, ya sea en la familia, la amistad, el trabajo, la iglesia y la política. La sobrecomunicación a la que estamos expuestos diariamente está tendiendo a perjudicarnos en lugar de ayudarnos, ya que lo que se comunica carece de valor o utilidad, o bien empacha con tantos excelentes buenos deseos. Esto no me parece tan mal después de todo, porque es algo que tiene que suceder para que con el tiempo, la misma sociedad dosifique los comunicados y les vaya dando el valor que realmente nos deje un beneficio de éxito, y por ende buenos resultados en nuestra vida diaria. En el pasado se soñó con tener la forma de comunicarnos más rápido y más fácilmente, y si bien hoy tenemos eso prácticamente resuelto, lo que nos corresponde hacer es darle el uso que nos permita vivir realmente mejor. No es malo tener un excedente de buenos deseos, promesas y propósitos, siempre será mejor tenerlos; pero debemos cuidar que el déficit de buenos resultados no esté por debajo de lo que necesitamos para tener un empleo excelentemente bien remunerado, una empresa exitosa, una sociedad sin problemas, un País próspero, y en general calidad de vida para todos.