EMPRESAS DE EXITO

LOS PROBLEMAS SE DEBEN RESOLVER EN CUANTO SURGEN

¿Por qué dejar crecer un problema hasta hacerlo más difícil de resolver? Es increíble e imperdonable que una empresa o un trabajador se encuentre en una situación difícil y angustiante porque se dejó crecer un problema que cuando surgió se pudo haber solucionado fácilmente y a un menor costo. Para la Filosofía un problema es algo que altera la armonía, la paz y el equilibrio de quienes lo tienen, es por ello incomprensible que los problemas no se resuelvan ni se les dé el interés que requieren, a tiempo. Las principales razones por las que regularmente algunos problemas se convierten en algo más grave y catastrófico son porque no se tiene tiempo, se desconoce cómo resolverlo o no se le da la importancia que merece, nos confiamos que en cuanto podamos lo resolveremos; pero la verdad es que en la mayoría de los casos el desgaste emocional y los costos resultan ser muy altos al grado de perder clientes, afectar negativamente la imagen de la empresa, y hasta de provocar problemas interpersonales muy serios, porque casi siempre los dejamos crecer irresponsablemente. Sabemos que los problemas son parte de la vida de una empresa, debemos estar siempre alertas para que en cuanto se dé uno se proceda de inmediato a resolverlo, no importa si es pequeño y sin mucha importancia. No existe problema que no sea importante. Un problema es algo que está fuera de control y que no está haciendo un bien a la empresa ni a los trabajadores. Otras de las razones por las que los problemas no se resuelven y crecen en proporciones incontrolables es porque a los trabajadores no les importa la empresa, ya sea por el bajo sueldo que perciben, mal trato, malas condiciones laborales, no les dan reconocimiento por lo que hacen extra, no los compensan, o no los valoran. Suelen ser casos de una especie de venganza, ante inconformidades o problemas que el trabajador tiene con su jefe o patrón. Es por ello sumamente necesario que en la empresa se geste una cultura de pertenencia, que se sientan dueños de la empresa, que permita que los trabajadores se interesen, primeramente por adelantarse a los problemas no provocándolos, o si surgen, de inmediato actúen en consecuencia para resolverlos de la mejor manera posible. Cuando alguien deja pasar un problema de manera irresponsable, es señal que algo está ocurriendo con esa persona o en el proceso establecido. Es vital levantar un reporte cada vez que surge un problema, para hacer el análisis correspondiente, saber la causa, generar las posibles soluciones, y lo más importante, determinar lo necesario para que ya no vuelva a suceder. El trabajo debe ser fuente de energía para producir bienes y servicios en las mejores condiciones y no ser fuente de estrés y conflictos porque los problemas son el pan de cada día. Una empresa debe estar libre de problemas, ese debe ser uno de sus principales propósitos. Ciertamente, no existe la empresa perfecta, pero siempre será mejor trabajar para mantener alejados los problemas lo más que se pueda. Cada trabajador es responsable del éxito de sus resultados diarios, y éstos se logran resolviendo de inmediato los problemas que se presenten y evitándolos.