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Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana

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PROPÓSITOS DE NAVIDAD EN UNA SOCIEDAD DESCOMPUESTA

La celebración del Nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios para la Iglesia Católica, casi se junta con los festejos de Año Nuevo de acuerdo al calendario que se usa en todo el mundo, lo que permite ampliar las muestras del júbilo religioso con el regocijo del inicio de un año más al que siempre le apostamos la prosperidad que tanto necesitamos. Es más común hablar de propósitos de Año Nuevo que de Navidad, pero creo que es justamente necesario que también consideremos hacernos propósitos para la Navidad, ya día a día es notorio como las personas van perdiendo el culto para quien es nada más y nada menos que el Hijo de Dios, y pareciera como si ya nadie necesitara de la guía espiritual que está a cargo de las Iglesias, o religiones. El 83 por ciento de la población en México se dice practicante de la religión Católica, por ende el motivo de celebración de la Navidad está por encima de todas las demás religiones. Pero, lamentablemente, esta temporada de Navidad es tomada como mero pretexto para pedir vacaciones y dar rienda suelta a la pachanga en las mal llamadas Posadas, ya que éstas implican un ritual cien por ciento religioso y que ya muy pocos respetan. No es mi objetivo hacer una crítica al modo de hacer una Posada ahora, sé que las cosas van cambiando con el correr de los años, y si ya no se respeta la forma original de llevarlas a cabo, creo que la esencia de la misma sí debe perdurar y prevalecer, en el estricto sentido de regocijar nuestro espíritu para que renazca en nuestros corazones ese Niño Dios que nos vino a salvar y a que se creara una religión que sirviera a la humanidad a ser mejores en todos sentidos, sobre todo en la parte de la conducta y el respeto y amor al prójimo, y a sí mismo. Pero qué es lo que vemos, en general una gran falta de respeto hacia la misma religión Católica, de sus propios seguidores, y ya no se diga hacia los demás al no respetar las reglas más básicas constituidas en los Mandamientos en los que se nos indica cómo debemos conducirnos. Estos en resumen expresan: Amarás a Dios sobre todas las cosas. No tomarás el Nombre de Dios en vano. Santificarás las fiestas. Honrarás a tu padre y a tu madre. No matarás. No cometerás actos impuros. No robarás. No dirás falso testimonio ni mentirás. No consentirás pensamientos ni deseos impuros. No codiciarás los bienes ajenos. Evidentemente no se respetan en muchos de los casos y que es por lo que nuestra sociedad mexicana está tan descompuesta. Ya hasta parece normal ver que los políticos se corrompan, así como las policías y las distintas instancias. Los ciudadanos cada vez hacen menos caso de llevar una vida civilizada, desobedeciendo todo tipo de leyes y reglamentos que se crearon para que todos tengamos una mejor convivencia y mejor vida. De modo que todos los que son católicos, y los que no también, háganse el propósito de ser mejores personas en lo espiritual y en lo material respetando lo que ya está escrito y adaptándose con respeto e inteligencia a todo cambio que la misma evolución del ser humano va demandando. Les deseo de todo corazón una Navidad repleta de amor y comprensión, así como de superación espiritual y humana.