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Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana

REFLEXIONES EJECUTIVAS

¿LAS REDES SOCIALES UN MAL NECESARIO?

En México queríamos libertad de expresión y ya la tenemos. Costó muchos complicaciones y hasta muertes, pero se logró. Sin duda, vivimos tiempos nuevos, en los que podemos decir nuestras opiniones, diferencias e inconformidades, pero es muy importante hacerlo con responsabilidad, y sin olvidar que toda crítica debe estar sustentada por una calidad moral, una propuesta y una acción, porque criticar sin pregonar con el ejemplo es como hablar al vacío, o como lanzar una piedra al cielo y que después vuelve contra uno mismo. Para que las críticas sean realmente atendidas y generen los cambios que proponemos, es necesario hacerlo sin escondernos tras un anónimo o una capucha, hacerlo así es la manera más fácil, pero también la más infecunda. Hoy, hay millones de voces que usan su derecho a la libertad de expresión, gracias a las redes sociales, en las que pueden esconderse tras un seudónimo, dejando ver el miedo y la desconfianza que aún está presente en la sociedad. Hay quienes sí dan la cara, pero lo hacen de forma irresponsable o atrevida, sin medir consecuencias. La libertad de expresión no significa hablar por hablar. Expresarse implica prudencia, sensatez, juicio, y razonamiento, ya que a veces es mejor quedarse callado. Las redes sociales como twitter y face book, permiten expresarnos utilizando nombre falsos, es por ello que en la actualidad se está dando un despertar en la población que antes no podía o no quería emitir opiniones por miedo. De modo que podemos afirmar que la gente hace más uso de la libertad de expresión a través de estos medios porque se siente protegida, por lo tanto no hay que menospreciar lo que expresan. Esas voces, aún cobijadas en el anonimato, están expresando un sentir real. Es muy importante que personajes públicos, como políticos y artistas, tengan mucho cuidado al subir comentarios en estas redes sociales, porque este tierno despertar de un pueblo reprimido por años suele manifestarse cruelmente en cuestión de minutos, siendo capaz de aplastar y hacer pedazos la reputación, cuando no está de acuerdo o cree que es un engaño. Es una pena que personalidades como Angélica Rivera, Primera Dama de México, haya sido brutalmente criticada y ofendida por haber tratado de aclarar la compra de la ahora famosa “Casa Blanca” mexicana. Ella decidió hacer uso de su libertad de expresión, pero no calculó los daños, siendo hoy una de las mujeres más ofendidas de México, lo que me parece algo muy grave por tratarse de la esposa del Presidente de la República. Pero en esto, sólo ella es responsable de sus actos. Haya o no haya hecho mal uso de recursos, su imagen está en entredicho, ahora alrededor del mundo. Lo peor es que cuando esto le sucede a alguien lo acompaña hasta la muerte. ¿Qué necesidad tenía esta actriz para meterse en un medio que no es bien visto? Sólo ella sabe la respuesta. En México, parece que este tipo de escarnio es un mal necesario para terminar con los falsos políticos, o personas embusteras, y emprender un nuevo camino hacia la verdadera democracia, con servidores públicos comprometidos con la sociedad y que rindan cuentas y den resultados que verdaderamente beneficien a todos. Al parecer las redes sociales han venido no sólo para agilizar información y acortar distancias en la comunicación humana, sino a que descubramos lo bien o mal que estamos en nuestro actuar. Quienes se manifiestan a través de estos sitios finalmente determinan la reputación de cualquier persona, o su beneplácito, lo mismo que aceptar o rechazar una idea o un proyecto. Hoy, la ciudadanía, en una proporción muy representativa, puede emitir una opinión diariamente, ya sea escondido en el anonimato o mostrando su real identidad, lo que está permitiendo que quienes están haciendo malas prácticas opten por dejar de hacerlas ante el temor del desprestigio y de ser descubiertos. Sirvan las redes sociales para que todos empecemos a tener mejores comportamientos y de este modo lograr gobiernos honestos que opten por un México libre de corruptelas. Hoy es el momento, para que quienes aun tienen miedo de expresar lo que piensan, lo hagan como mejor les parezca, porque es la mejor forma de que las cosas cambien para bien en nuestro País. Igual, sugiero que lo hagan mostrando su identidad, porque quienes hoy abusan de nosotros lo hacen porque saben que tenemos miedo, y una ciudadanía con miedo siempre será más fácilmente sometida. Conduzcámonos siempre por el sendero de la rectitud, respetando las leyes y todos los reglamentos ciudadanos; pero, si no estamos de acuerdo con algo es nuestra obligación hacerlo saber a las autoridades correspondientes, y ellos igualmente están obligadas a dar una solución. Está por extinguirse la clase política que se cree invencible, y los empresarios que se creen poderosos por tener vínculos con esa clase política. Debemos entender que para tener un País libre de violencia debemos tener gobernantes honestos, instituciones públicas de excelencia, y servidores públicos que se interesen por el valor humano, y que todos dejemos de hacer prácticas desleales o corruptivas. Las redes sociales son las que muy pronto definirán el rumbo que México debe tomar, espero que sea el correcto, por el bien de todos. www.tswatch03.me