REFLEXIONES EJECUTIVAS

POLÍTICA Y EMPRESA HOY POR HOY, PÉSIMA COMBINACIÓN PARA UN PROGRESO PA

Estamos en plenas campañas electorales para diputados federales en nuestra entidad, y en el resto del País para gobernadores, presidentes municipales, etc., lo que perturba la planeación tanto de los gobiernos como de las empresas, perjudicándose a toda una nación. Es inconcebiblemente absurdo que la economía de una población se detenga por el desarrollo de una contienda electoral, y lo peor con candidatos que ya no saben qué hacer ni qué decir para llamar a la atención, donde todos se acusan, donde todos dicen ser los mejores, donde todo es exactamente igual que en las últimas elecciones de 2012. No cabe duda que como sociedad estamos en retroceso, porque no hay un sólo candidato que aporte ni la más precaria esperanza para que se termine con la avorazada y desmedida ambición y desesperación de tener un cargo público para sobrevivir. La gran mayoría quieren ganar para tener un sueldo seguro, y de paso un poder y una autoridad inmerecidas. Flaco favor le hacen los gobiernos a las empresas al obligarlas a tantos pagos, y a tantos requisitos, que ni siquiera cumplen las mismas entidades públicas, lo que desemboca en la peor de las prácticas mundanas: la corrupción, hoy principal bandera de todos los candidatos, según ellos para extinguirla. Empresas que apenas viven al día tampoco le sirven a los gobiernos porque no generan impuestos. De modo que el binomio, con necesidades mutuas, empresa-gobierno, hoy por hoy es mutuamente perjudicial, aunque no pueda vivir la una sin la otra. Y esto es más que una verdadera pena, porque en lugar que los gobiernos ayuden a las empresas a crecer y desarrollarse, como debería de ser, se dedican a hostigarlas y a poner un sin fin de trabas para operar de manera progresista. De qué sirve que exista el favoritismo y la modalidad de el “moche” para que una empresa sea funcional, si sabemos que eso es mantener viva la corrupción, que es el peor de los males de una sociedad, porque eso es poner el piso parejo para unos cuantos, y disparejo para la mayoría. ¿Cómo quiere un gobierno trascender o mover hacia el éxito a una nación entera, cuando no erradica la corrupción que es la causa principal de la impunidad, la pobreza, las diferencias sociales, la inseguridad, y el crecimiento errático de la economía? Hoy los candidatos traen el mismos discurso de siempre, que yo creo no se lo creen ni ellos mismos. Becas para estudiar, cuando ya existen muchos programas que ofrecen esto. Más empleos y mejor remunerados, ¿pero cómo, si las empresas apenas pueden sobrevivir con tanta carga fiscal. Para abrir un negocio sigue habiendo muchas trabas. Lo que necesitamos es que los cargos públicos dejen de ser vistos como fuente de trabajo para tener un sueldo asegurado y como cotos de poder para hacerse de más dinero a través de la corrupción.