Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
No hay peor sordo que el que no quiere oír ni peor ciego que el que no quiere ver. Esta frase popular la vemos encarnada en la clase política desde siempre, ya que a pesar de conocer los problemas que los aquejan, suelen ignorarlos, porque no les conviene solucionarlos, y por una notoria incapacidad y falta de voluntad. Es común que los políticos se adueñen de los cargos públicos, no necesariamente por servir, sino como modus vivendi, es decir, como la única forma de tener un empleo para ganarse la vida, así tengan que cuadrarse a los intereses de grupos de poder enquistados en los senos de los partidos políticos o de las instituciones públicas, muchas veces sobajándose y breitling navitimer replica sacrificando hasta la familia, con tal de conseguir un cargo, sin importar si no se está preparado. Esto es lo que genera un País incompetente sumido en la corrupción, problemas sociales, inseguridad, pobreza, gran brecha entre pobres y ricos, desequilibrio entre la macro y microeconomía, crecimiento económico débil, pésima imagen ante los ojos del mundo, desconfianza en los inversionistas extranjeros, y un gobierno imposibilitado a cumplir y para encausarse en una dinámica de trabajo que impulse el desarrollo y el progreso. Podemos hacer una lista finita de todos los problemas que tienen los políticos, y que son originados por una conducta impropia debida a trastornos psicológicos, que son muy difíciles de corregir o controlar, porque para que esto se dé, el paciente debe aceptar que tiene el problema y someterse al tratamiento. Todos los seres humanos tenemos trastornos psicológicos en mayor o menor grado de gravedad o riesgo, nadie nos salvamos, de modo que no está de más saber cuál nos aqueja, para llevar una vida digna, sana y placentera. Sin ser un experto en la materia, pero tan sólo por el sentido común y gracias a que trato de estar informado o documentado, por cuestiones profesionales y de superación personal, es que he llegado a esta conclusión, y que fundamento con un artículo que se publica en el portal de Internet universoarke.com, dirección http://www.universoarke.com/portal/articulos/130-trastorno-mental-gollum.html, en la que se explica en qué consiste este trastorno. “El trastorno mental gollum o ambición por el poder sólo para sí mismo, es una enfermedad que ataca principalmente a la razón administrativa y caracteriza algunos seres humanos que se destacan entre los demás por su capacidad de liderazgo, pero en cualquier momento, transforman la confianza política que la comunidad les ha otorgado y la proyectan –la confianza política- en dispositivos normativos de control del sujeto. La ética, la legitimidad política, la fuerza de la tradición, el sujeto histórico, quedan desdibujados ante la norma y el uso injusto de la validez jurídica. Este trastorno es causa de las acciones del individuo, pero repercute en la comunidad al sentir traicionada la confianza política que depositan en el líder. Puede manifestarse al mismo tiempo en muchos líderes de una comunidad, por lo tanto, el impacto social que causa es la total desconfianza política de los ciudadanos. Lo peor es que la ambición por el poder sólo para sí mismo, es un trastorno que tiene relación con la formación ciudadana de sujetos autónomos, y está relacionado con la importancia que se le otorga en la educación a la formación humana y ciudadana, de las generaciones presentes y por venir, en un estado social de derecho. La terapia para aliviar este trastorno está en la educación de calidad, educación en diversidad, educación democrática y justa; en la que los maestros no sólo orientan la razón hacia el entendimiento de la vida humana, sino que también sugieren prácticas espirituales para contemplar ideas. La educación debe potenciar la fantasía, sin sacarla de su territorio psíquico…; a su vez, disciplinar el pensamiento en el diálogo. En el trastorno gollum fantasía y pensamiento ocupan el mismo lugar psíquico, en el que también habita el auto-erotismo del sujeto que imagina tener el mundo dentro de sí –es el homúnculo que deforma el símbolo hermético uroboros; éste sujeto parece serpiente que se muerde su propia cola para vigilar el poder que tiene sobre los demás. Esto es un monólogo gubernamental, y la relación con la comunidad, una serie de representaciones mentales que reflejan las acciones de éste sujeto con los demás. Es claro que la comunidad elige a quien le gobierna, pero el que gobierna puede ordenar jurídicamente la sociedad, de tal forma que el trastorno gollum aprovecha la confianza que se le otorga como líder para controlar las acciones de los individuos mediante la coacción normativa. Pero a la vez, reconoce en la educación el pilar sobre el que soporta el estado el futuro político de la comunidad, para asegurarse un lugar importante en la sociedad, como trastorno mental. El trastorno mental gollum es un virus que se inserta en la estructura cognitiva de los individuos desde la educación, para disminuir la potencia del deseo de saber; para que los ciudadanos tengan como límite de lucidez mental y creativa, a la normatividad. Por ejemplo, en el sistema educativo de algunos países, el gobierno institucional tiene completo control sobre la autonomía académica; en otros países, el sistema educativo desconoce la relevancia que tiene ofrecer garantías a la autonomía académica para cultivar la ciencia -en la que se incluye la filosofía como forma de vida-. El trastorno mental se ve menguado cuando la comunidad, es decir, común-unidad-de-individuos, reconozca la importancia que tiene la educación como terapéutica contra la ambición por el poder sólo para sí mismo. No sirve el cambio de unos pocos, porque el virus vive mientras tenga un gran número de andamiajes cognitivos intervenidos; de tal manera, que los individuos sólo vean en la norma la protección y paliativo del temor hacia los demás. Gollum ataca el alma humana, eso explica razonablemente porque la gente olvida tan pronto las injusticias sociales.” Interesante información, ya que nos permite entender por qué los políticos desean hacerse de nuevos cargos. Esto explica una de las razones, que bien puede ser comprensible, siempre y cuando el político haya caído en esto involuntariamente, para luego tratarse, ya que no es justo que una nación no avance por tener políticos así. Andar de “chapulines” o de “changos mecateros” replica watches es un trastorno que va mas allá de lo razonable, porque es ofensivo para una sociedad estancada y sumida por las barbaridades ocasionadas por los mismos políticos que quieren perpetuarse tan solo por la ambición del poder y del dinero. Esto es lo primero que deben cambiar, para que algún día les creamos y podamos aspirar a una mejor calidad de vida. Abandonar irresponsablemente un cargo público para ir por otro es una terrible e imperdonable muestra de cinismo, impudor, desfachatez, desvergüenza, descaro, e insolencia. Es tiempo de que se cambie la ley para que se prohíba que funcionarios públicos de ningún nivel puedan renunciar para competir por otro cargo de elección popular. Que sólo puedan competir quienes no ocupen cargo alguno y que demuestren que tienen los conocimientos, la calidad ética y moral, y la capacidad. La presente reflexión de ninguna manera es una crítica ofensiva para quienes hoy tienen un cargo público, ya que nadie estamos exentos de trastorno alguno. Mi intensión es que quienes lo padezcan se atiendan en pos de dar un servicio sano y justo a la ciudadanía y así tener el País con el que todos soñamos. Website: www.replicadealer.net