Quien no esta preparado hoy
lo estará menos mañana
Es una pena que México siga inmerso en el caos de la inseguridad, que no sólo espanta las inversiones, sino que cierra las ya existentes, y aunque los focos más críticos están bien ubicados, la sensación de alarma y hartazgo se expande a todo el País, generando incertidumbre, desconfianza, miedo, y más problemas relacionados con inseguridad. www.apwatchchat.com Las diez medidas de acción que comprende el plan de legalidad y justicia presentadas por el Presidente de la República la semana pasada, no son más que placebos con una gran carga de mercadotecnia, que si bien no suenan mal, sus efectos no son a corto plazo, y más bien tienen que ver con solucionar cosas que de origen son violaciones a las leyes existentes, siendo los verdaderos problemas que tienen que ver con impunidad, corrupción, ineficiencias en el servicio públicos de los tres niveles de gobierno, y en general una ausencia de respeto al Estado de Derecho. Estas diez medidas no son más que el reconocer que el Gobierno Federal ha fallado en sus dos primeros años de administración, principalmente por no tener la capacidad de enfrentar los altibajos de la economía internacional y por querer mantener en un bajo perfil la realidad de la inseguridad en el País con la torpe idea de que manteniendo desinformada a la ciudadanía las cosas iban a solucionarse, pero ésta es una más de las muchas equivocaciones que han tenido, ya que es una medida absurda y fallida pedir a los medios que no difundan hechos de la “delincuencia organizada”, pero ellos si lo hacen cuando captura a los capos importantes, y vaya que si lo hacen con bombo y platillos. No se puede tapar el sol con un dedo. La mentira no se puede ocultar, y más cuando la verdad la vive la población completa, todos los días. Enrique Peña Nieto sufre de un desgaste de imagen muy severo debido a la desmedida y necia sobreexposición en los medios masivos de comunicación, ya que todo lo que anuncia, o de lo que habla, no ha dado el resultado esperado en cuanto a satisfacer las necesidades de seguridad y economía de la población completa. La estrategia de estar en los medios todos los días, resulta contraproducente cuando las cosas no están bien, ya que siempre se corre el peligro de cometer errores que cuestan mucho en cuestión de imagen y credibilidad; y Peña Nieto se caracteriza por cometer errores de dicción y pronunciación, y tiende a ser excesivamente retórico como si estuviera en campaña electoral. Su expresión facial y corporal no coincide con lo que lee o dice, perdiendo credibilidad y confianza. Después de dos años de gobierno, ya no debería estar lanzando propuestas, porque éstas necesitan de mucho tiempo para llevarse a la práctica y los resultados no siempre son los esperados. La frase mercadológica “Mover a México” es muy desafortunada, porque pretende mejorar a todo un País que necesita primero de muchos cambios, empezando por los mismos políticos, que no se caracterizan por ser competentes. El decálogo de buenas intensiones, debe de tener como primer punto el que se haga respetar el Estado de Derecho para terminar con la impunidad y la corrupción, y que queden fuera todos los políticos oportunistas. Para sacar a los mexicanos adelante, se debe acabar primero con todo esto, de modo que luego el progreso se dé por si solo. Hoy, todo continúa detenido en nuestro País por causa de los mismos políticos y sus prácticas ilícitas que favorecen a unos cuantos y siempre a los mismos, o a quien les convengan más. De continuar así las cosas, la Presidencia de la República estará moviendo a México, pero al desastre, ya que lo que sí es una realidad es que las cosas no están mejor que en el sexenio anterior, de Felipe Calderón, a pesar de su muy criticada “guerra contra el narco”; la debacle financiera norteamericana, que a la fecha no se ha resuelto del todo; los efectos negativos de la “Alerta Sanitaria de la Influenza Humana”, y la cerrazón y muy pobre cooperación de la oposición priista en ambas Cámaras de Legisladores; a pesar de todo eso, el sexenio anterior terminó bien. El recuento de los pobres resultados en estos primeros dos años de gobierno federal no es muy alentador, en gran parte debido al trío que está pecando de arrogantes al pretender querer hacerlo todo sólo ellos, formado por el Presidente de la República y sus secretarios de Haciendo y Gobernación, el resto del gabinete parece estar de adorno, y si a ellos le sumamos las inconsistencias en los ingresos de la Primera Dama, nos encontramos con que la panorámica del resto del sexenio se ve muy gris. Lo recomendable es que el Presidente pare de sobreexponerse en los medios, ya que no es capaz de convencer ni de mejorar en su oratoria. Ponerse a trabajar dando resultados eficaces, contundentes y que se noten los beneficios sobre todo en materia económica en cada uno de los mexicanos, y en inseguridad. Es mejor mover a México aunque sea un centímetro haciendo poquito, pero bueno, que moverlo a un precipicio por querer abarcarlo todo, cuando no se tiene la capacidad.