REFLEXIONES EJECUTIVAS

CUANDO SER EXITOSOS NO SIRVE DE NADA

Ciertamente, vivimos en un mundo de claroscuros donde triunfar sirve nada más para sobrevivir económicamente y alimentar el ego muy en lo personal y dentro de un círculo social pequeño, ya sea en lo laboral, empresarial, político, o en el medio del espectáculo. Todos tenemos derecho al éxito, a sobresalir, y lograr las más preciadas metas y objetivos; pero, de qué sirve, finalmente, si ese gusto se lo puede llevar en un segundo un accidente causado por un conductor

alcoholizado o que va texteando o hablando por celular; o en un asalto, o quedar inválido o discapacitado por accidente en el trabajo donde no se toman en cuenta medidas de seguridad; o lo que es aun peor, cuando por una mala atención médica o falta de una atención normal, se puede perder la vida en este País de altos contrastes. replica-cartier-watches.jamota.net replica cartier watches Ser exitoso hoy en día es un gusto personal que es necesario esconder, sobre todo cuando el éxito viene acompañado de millones de pesos, ya que se puede ser víctima de robo o secuestro. ¡Qué pena! que en este País no se pueda disfrutar abiertamente y libremente de un éxito económico, y se tenga que vivir protegido por guardaespaldas, y vivir en fraccionamientos cerrados con vigilancia y control de entrada las 24 horas del día. Ante los pobres resultados del gobierno Federal actual, el Presidente y sus secretarios de estado se la pasan cacareando los pocos logros importantes como el crecimiento de la venta de automóviles en México, lo que quiere decir que la gente tiene más dinero para gastar. Pero, no lo compran en efectivo, la mayoría son adquiridos a crédito, lo que es síntoma de que el adquiriente tiene al menos la seguridad de pagar por los próximos tres o cinco años, pagando intereses. La taza de morosidad automotriz es del cuatro por ciento. Son muchos los factores y variables que se deben tomar en cuenta para alegrarse por el aumento en la compra de automóviles, porque eso también significa mayor tráfico y caos vial en las mal urbanizadas ciudades de todo México, lo que provoca accidentes, muertes, discapacidades, contaminación, improductividades, incremento de talleres informales, y una serie de cosas negativas, por arriba de las positivas que desde luego genera el uso del vehículo, tanto en las empresas como en las familias. Tener un auto hoy en día, es señal de éxito, pero para saturar más las avenidas y calles de las ciudades, exponiéndose a estrés y toda serie de riesgos. Pero, bueno, lo importante es tener carro para moverse sin tener que usar el desagradable transporte urbano. Se acaba de notificar que la exportación de automóviles disminuyó en julio en un 2.3 por ciento, pero eso no se dice. Quizá no sea malo porque México se ha posicionado muy bien en la manufactura de automóviles para exportación, sector que se debe cuidar, porque nada es para siempre, y menos en este mundo de variables impredecibles. Por muchas razones, es mejor ser exitoso, a pesar del País descompuesto en el que vivimos. Por ello, invito a todos a estudiar, capacitarse, mejorar, prepararse, y a distinguirse, para que tengan un empleo bien remunerado, o hacerse de una empresa propia próspera, para que nunca les falte dinero, a pesar de tener que lidiar con una sociedad en decadencia, autoridades corruptas, una economía errática, y un futuro incierto. Con éxito, una vida regida por valores humanos, y una situación económica resuelta, se podrá vivir siempre mejor. Este 11 de agosto estoy cumpliendo 19 años de escribir esta columna. Agradezco infinitamente su preferencia, queridos lectores. Muchas gracias a Editorial Noroeste por permitirme este espacio semana a semana. Espero seguir contando con su preferencia.