REFLEXIONES EJECUTIVAS

¿QUIÉN QUIERE DESESTABILIZAR A MÉXICO?

Marchas, mítines, bloqueos, manifestaciones, y protestas es lo que caracterizará el casi extinto 2014, en medio de una crisis económica, y el hartazgo de la ciudadanía en general que exige un “hasta aquí” por la violencia desatada en el estado de Guerrero, principalmente, pero que se hace extensivo a todo el País. replica watches Audemars Piguet Replica A pesar de esta terrible realidad, el Presidente de la República pide que paren este tipo de manifestaciones porque los infiltrados son muestra de que quieren desestabilizar al País, discurso que ha repetido insistentemente, en las últimas semana, a raíz de los acontecimiento en Iguala, Guerrero, donde fueron desaparecidos 43 estudiantes normalistas, y al parecer asesinados. Además, se presume que estos estudiantes fueron incinerados en un tiradero de basura, para no dejar rastro de ellos. Este acto de barbarie por sí sólo basta para desestabilizar el estado de ánimo de un individuo, y por ende de toda la población, y como consecuencia la estructura de una sociedad. Ahora bien, nuestro País no puede estar más desestabilizado. Nunca hemos sido un País que pueda presumir de estable. A la desestabilidad a la que se refiere el Presidente es a la suya propia, porque es claro que todo esto le perjudica a pesar de tener una administración pública federal funcionando con los estándares mínimos requeridos para que el País no entre en crisis social. ¿A qué estabilidad se refiere el Presidente Peña Nieto? Que todos sepamos, México nunca ha gozado de una estabilidad boyante y floreciente. Quizá se refiere a la estabilidad imaginaria que suele vivir en la mente de los políticos que no tienen la capacidad para realmente lograr y garantizar una estabilidad de paz, estado de derecho, economía, equidad, justicia, y progreso en todos los sentidos. Quizá se refiere a la desestabilización de su “estabilidad”, la que le da una comodidad ideológica, partidista, y financiera. Al parecer lo que no quiere es que le desestabilicen su zona de confort político, y por ende su cuota de poder. Si hay gente que se manifiesta en marchas, mítines y bloqueos es porque hay algo que les inconforma, y es obligación de los gobiernos escucharlos, atender sus denuncias y demandas, y solucionarles los problemas dentro de la ley. Si hay infiltrados en las marchas que destruyen todo a su paso, lanzan bombas caseras, incendian carros, etc., es porque hay algo que inconforma a alguien, y eso como quiera es un problema que los gobiernos tienen que atender y resolver. Las personas que se manifiestan de manera pacífica y justa no quieren desestabilizar al País, mi desacreditar la función de un gobernante, ya que su demanda es precisamente que se resuelvan sus peticiones para que haya estabilidad, tanto en el País como dentro de sus corazones. Los que se manifiestan de forma violenta y sin causa justa, no serían una amenaza de desestabilización si realmente se les aplicara la ley; pero ni se les aprehende a los violentos ni se les resuelven los problemas a los pacíficos, esto sí es causa inminente de enojo e indignación, y es por ello que el País entero padece de desilusión y hartazgo de las autoridades que como siempre no resuelven nada, y cuando lo hacen, lo hacen tarde, a medias o mal, y por eso los problemas nunca se acaban. En conclusión, yo estoy seguro que en nuestro País todos queremos estabilidad, pero en gran parte es responsabilidad de los gobiernos brindarla y garantizarla a través de el Estado de Derecho, ejecutando su trabajo de manera excelente, y de solucionar eficazmente y en tiempo y forma las demandas y problemas de la ciudadanía, para que nadie tenga que salir a marchar ni a bloquear carreteras. Al no existir marchas, los vándalos y violentos no tendrán excusa para salir a hacer destrozos y tenderán a extinguirse o a buscar otros medios menos dañinos para expresar sus inconformidades. Un pueblo no desestabiliza porque es como suicidarse. La inestabilidad de un País es sólo atribuible a un gobierno incompetente, incapaz, e ineficaz. Las voces de los marchistas de los últimos meses manifiestan demandas muy claras y precisas relacionadas con el caso de los 43 estudiantes desaparecidos, pero todo esto ha servido para animar a un pueblo atemorizado que ha salido a las redes sociales principalmente a exteriorizar sus viejos reclamos que desde siempre son los mismos: “Queremos seguridad, economía estable para que no haya pobreza, justicia, equidad, erradicar la corrupción, y que la clase política trabaje en verdad por el progreso de todos”. Website: www.tswatch03.me